Matrimonio
Leyes belgas
En Bélgica, las parejas pueden divorciarse cuando ambos miembros otorgan su consentimiento mutuo o debido a “diferencias irreconciliables”.
En el caso de que exista consentimiento mutuo, los cónyuges no tienen que ofrecer un motivo para el divorcio.
En el caso de divorcio por “diferencias irreconciliables”, uno o ambos cónyuges deben probar que resulta imposible seguir casados.
¿Cuándo se aplican las leyes de otros países?
En algunos casos, el juez belga aplica la ley de un país extranjero en lugar de la ley de Bélgica. Esta puede ser la ley del país de origen de uno de los cónyuges (o de ambos) o del país donde la pareja solía vivir.
Los cónyuges pueden decidir conjuntamente la ley que se va a aplicar. A no ser que existan determinadas restricciones, el juez se atendrá a dicha ley. En aquellos casos en los que los cónyuges no se pongan de acuerdo, el juez aplicará normas específicas para decidir si se sigue la ley de Bélgica o la ley de otro país.
Esta legislación es bastante compleja y existen diversas condiciones. Puede llamar al Servicio de ayuda legal de la Agencia de Integración y Naturalización para obtener más información.
Una sentencia de divorcio pronunciada en un país extranjero puede ser reconocida por las autoridades belgas. No obstante, existe una serie de restricciones y condiciones. Se aplican normas diferentes para situaciones diferentes
La repudiación significa que un miembro de la pareja (el esposo) finaliza el matrimonio él solo. La otra parte de la pareja (la esposa) no tiene los mismos derechos. En Bélgica no se reconocerá una sentencia de divorcio de este tipo. Sin embargo, hay excepciones teniendo en cuenta diversas condiciones.
Puede ponerse en contacto con el Servicio de ayuda legal de la Agencia de Integración y Naturalización o un abogado para obtener más información.