En Bélgica, todo el mundo es libre de elegir a su compañero/a y decidir con quién quiere casarse.

El matrimonio forzoso está prohibido por la ley. Una persona que obliga a otra a casarse contra su voluntad puede ser castigada con una sentencia de cárcel de hasta dos años. Incluso aunque el matrimonio no llegue a llevarse a cabo, la coacción sí puede ser castigada. La coacción puede ser física o psicológica (amenazas o presión emocional). Si tiene preguntas sobre esto o está buscando ayuda, póngase en contacto con un CAW.

Un matrimonio arreglado se da cuando los padres u otros familiares eligen un compañero/a para su hijo o hija. Cuando los dos futuros esposos están de acuerdo plenamente con el matrimonio propuesto, se considera matrimonio legal.